La adicción se da
cuando una persona necesita un estímulo concreto para lograr una sensación de
bienestar y por lo tanto, supone una dependencia mental y física frente a ese
estímulo.
En este caso, la
adicción a los videojuegos (consolas, móviles, ordenadores, etc.) significa una
fuerte dependencia hacia los mismos que se caracteriza por ser una actividad
que ocupa demasiado tiempo en la vida de la persona y se continúa practicando a
pesar de conllevar consecuencias negativas.
Algunos de los
aspectos en que padres y educadores debieran fijarse son:
- El joven parece
estar absorto al jugar, sin atender cuando le llaman.
- Siente
demasiada tensión e incluso aprieta las mandíbulas cuando está
jugando.
- No aparta la vista
de la televisión o pantalla.
- Empieza a perder
interés por otras actividades que antes practicaba.
- Trastornos del
sueño.
- Mayor
distanciamiento de la familia y
amigos.
- Problemas con los
estudios.
- No respeta de
ninguna manera los horarios estipulados.
Las causas de
que exista una adicción a los videojuegos son muy diversas, pero nos
podemos encontrar con las siguientes:
- Personalidad dependiente:
Hay personas que por su personalidad tienden más a la adicción que otras.
- Problemas
familiares (falta de comunicación, incomprensión, separaciones dramáticas, poca
dedicación al niño por motivos laborales...)
- Problemas
escolares/ sociales. Escasa integración en un grupo de amigos, soledad,
desmotivación escolar.
Es importante
destacar que los videojuegos en sí mismos no suponen una amenaza,
puesto que todo dependerá del uso y control que se ejerza sobre ellos. Por eso,
las adicciones no se centran en el propio videojuego, sino en la
forma descontrolada y abusiva en la que se puede presentar.
Algunas recomendaciones
para padres o educadores son:
- Realizar
conjuntamente con el joven un horario para que se reparta equilibradamente el
tiempo.
- Proponer nuevas
actividades que le resulten de interés.
- Utilizar los
videojuegos como "premio" por la correcta realización de sus tareas
escolares, demostrándole que el estudio es lo primero.
Finalmente, algunos
padres pueden considerar necesario contar con la ayuda de un
profesional.
En nuestro centro
Psicologico en Bilbao, los jóvenes reciben toda la ayuda que necesitan
para desengancharse de la consola, lo que no significa dejar totalmente de
jugar con videojuegos.
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